miércoles, 16 de junio de 2010

TRANSISTOR

El transistor es un dispositivo formado por dos uniones PN, J1 y J2, consta de tres electrodos llamados emisor (E), Base (B), y Colector (C), según el tipo de cristales que formen las uniones pueden ser de tipo P (PNP) o tipo N (NPN).
Su funcionamiento consiste en inyectar h+ o e- en un cristal de una unión polarizada. El cristal que utilizamos para la inyección es llamado Emisor, donde se inyectan Base, y donde se recogen, Colector.

Supongamos que en la zona N tenemos una relación por superficie de 100e-; debido al campo E, atravesaran la unión J1 y se hará una recombinación con huecos en la base. La recombinación es pequeña por lo que la base se dopa mucho menos que el emisor. Supongamos que se recombinan unos 4 e- con 4h+ de la base, estos 4 e- son atraídos por el terminal positivo de la base, los e- que no se recombinan, ayudados por E2 pasan a la barrera J2 ocupando los huecos producidos por la atracción del terminal positivo de la batería V2. Si por ejemplo suponemos que han ocupado 80 huecos, entonces los 16e- restantes son atraídos por el terminal de la batería, que con los 80e- de antes, forman 96e-. Así, se van ocupando huecos y los e- que los ocupan son atraídos por el terminal positivo de la batería V2. De esta forma, se mantiene el equilibrio de la concentración de las cargas de los cristales.

El efecto del transistor consiste en que con pequeña potencia aplicada en unión prolongada directamente se puede controlar una gran potencia en una unión de gran resistencia.

Un transistor según la forma de polarización puede trabajar en una zona llamada lineal o en las zonas de corte o saturación. En corte, la corriente de emisor a colector es nula, en cambio, en saturación, la corriente es máxima. Es decir, que según como polaricemos también trabaja como un interruptor.

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